CHISPA INTENSA CON ESPíRITU DIVERTIDO

Chispa intensa con espíritu divertido

Chispa intensa con espíritu divertido

Blog Article

Cuando pensamos en gente glamorosa, vienen a nuestra mente imágenes de brillos, lentes de sol enormes y coches que ignoran las señales de stop. Pero lo que verdaderamente marca la diferencia va más allá del show y las poses, destacando como luz intensa en medio del blackout. Primero, está el estilo. Más que imitar lo que está en Instagram, es convertirlo en una expresión propia. Hoy usas un pañuelo extravagante, mañana aparece en todos los carritos de compras online. ¿Casualidad? Definitivamente no. La segunda clave: lenguaje corporal. Si has notado a alguien que avanza por la calle como si estuviera en Fashion Week bajo tormenta, posiblemente hayas conocido a uno. Hay algo hipnótico en esa manera de moverse, como si bailaran con el viento, pero sin despeinarse (¿qué laca será esa?).


Pasiones pasajeras entre espressos y sombras de ojos


Atención: ser glamoroso no significa necesariamente tener la billetera llena. Hay quienes no pueden permitirse postres caros, pero visten con una elegancia natural digna de Vogue Francia. Pero no creas que el brillo se limita a la apariencia externa. Muchos tienen opiniones fuertes, gustos refinados (o al menos exóticos) y una habilidad casi mágica para evitar conversaciones aburridas. Si intentas decirles algo aburrido, prepárate para recibir una mirada arqueada capaz de derretir tu seguridad personal.

Dentro del universo de los glamorosos, cada objeto tiene un pasado. Tal vez un sombrero viajero, un esmalte limón que acompañó una ruptura, o esa fragancia clandestina que huele a misterio y pastel. Parece que sus existencias se escriben en tiempo real, sin ensayos. Entre sus cualidades: amistades de novela, viajes sacados de la nada, y la extraña capacidad de volver todo caos en comedia. El desorden no los desordena: lo transforman en arte. ¿Llegaron tarde? putas bogotá bonitas Avanzan como si eso estuviera en el guion divino. ¿Se caen? Se incorporan con estilo y sueltan: “el suelo merecía un poco de mí”. Los lugares donde habitan también cuentan historias con perfume y sarcasmo. Hay una lámpara art déco que no sirve, pero en Instagram parece sacada de una galería. Cuentan con bibliotecas que lucen cultas, aunque sean 90% decoración y 10% títulos de autoayuda.Sus baños huelen a lavanda francesa y sus espejos tienen filtro de autoestima, excepto cuando amanece lunes. Eso sí, los romances en este universo no suelen durar más que un esmalte barato, pero se viven con pasión de novela turca. El drama se vive con lágrimas estéticas, fondo musical curado y accesorios de duelo glam.

Report this page